Documento Archivo Historico

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Archivo Historico de Cúllar. Siglo XVIII

sábado, 16 de noviembre de 2019

Cullarenses en la Guerra de Cuba



La Guerra de Cuba fue un conflicto militar, social y político que enfrentó al Gobierno de España contra diversos grupos de independentistas cubanos a lo largo de la segunda mitad del Siglo XIX, lo que se tradujo en la última guerra colonial donde España perdió sus posesiones en Ultramar, tanto en la Isla de Cuba como en la de Puerto Rico.

El conflicto que se había iniciado en 1868 finalizó en julio de 1898 con la llamada Batalla de Santiago de Cuba, donde la armada española perdió la mayoría de la flota militar de nuestro país en su enfrentamiento con las tropas de Estados Unidos, estado que había intervenido por cuenta propia en defensa de los insurreccionistas cubanos.

Pero la Guerra de Cuba también fue toda una tragedia humana para miles de soldados españoles, la mayoría provenientes de familias humildes y sin recursos, que no podía pagar las 1.500 pesetas en metálico para conseguir la exención del Servicio Militar de sus hijos. A lo que se sumaba las pésimas  condiciones de vida que se encontraban los jóvenes reclutas y el resto de militares durante su estancia en la Isla de Cuba, debido a las inclemencias del clima tropical y las enfermedades que diezmaban continuamente las tropas de nuestro país.

Este terrorífico dato lo resume todo: De los 43.000 soldados españoles fallecidos durante la Guerra, 41.000 lo fueron por distintas enfermedades y penurias.

Y allí, en las selvas y maniguas cubanas, también vivieron, lucharon y murieron bastantes jóvenes cullarenses que han pasado sin pena ni gloria por las páginas de la Historia con mayúsculas, y que con este artículo queremos rescatar del olvido, principalmente para el conocimiento de sus familiares y descendientes, los nombres de aquellos soldados cullarenses que formaron parte de la última Guerra de Cuba.

La mayoría de los datos que sacamos a la luz en este trabajo, provienen de la prensa granadina y española de la época, que a diario publicaba noticias y telegramas de última hora sobre desarrollo del conflicto al otro lado del Atlántico, para calmar en lo posible las ansias de noticias que tenían las familias del estado y paradero de sus hijos que se encontraban a más de 7.000 kilómetros de distancia.





Las primeras noticias que tenemos de soldados de Cúllar, es el 1 de  Agosto de 1895, cuando son llamados a filas varios soldados y reservistas cullarenses para combatir en la recta final de la Guerra de Cuba. Alguno de ellos encontraría la muerte por acciones de guerra o por diversas enfermedades  en el conflicto colonial.

“El Defensor de Granada”. Edición del 1 agosto.

Los reservistas de Granada.

“Según lo que dispone el Real Decreto del 29 de julio, por el cual se llama a filas a los reservistas de 1891, corresponden a incorporarse en Granada en el Regimiento Infantería de Reserva de Baza, número 90, a los siguientes individuos, cuya incorporación deberá hacerse el día 9 de agosto actual en las oficinas del Regimiento de Baza, sitas en la calle de Tendillas de Santa Paula.
De Cúllar Baza
Soldados: Andrés Arcas Guerrero, Ángel García Hernández, Domingo Reche Vázquez, Esteban Jiménez Martínez, Francisco Masegosa Navarro, José Flores Expósito, Juan Lázaro González, Mateo Galera Martínez y Salvador Sánchez Prieto.”

Después de llegar a Granada los 187 soldados granadinos se incorporaron al Regimiento de Granada, y juntos partieron el domingo 11, de la estación de tren de la capital con destino Sevilla y posteriormente Cádiz, para embarcar rumbo a la Isla de Cuba. Así lo relataba la prensa provincial.

“El Defensor de Granada”. Edición del 12 de agosto.

Los reservistas.
Ayer mañana salieron en el tren correo los 187 reservistas granadinos qué se incorporarán en Sevilla al Regimiento de Granada que embarcará para Cuba el día 23.
Los reservistas salieron del Cuartel del Triunfo poco después de las cinco de la mañana, acompañándoles un piquete del Regimiento infantería de Córdoba con bandera y música, al mando del teniente ayudante.
El andén, cuando llegó la fuerza expedicionaria estaba completamente lle­no por infinidad de personas de todas las clases sociales que acudieron á rendir es­te tributo de cariño a los que marchaban a combatir por la honra de la patria, viéndose también las familias de muchos de los soldados, hombres y mujeres del pue­blo que daban el último adiós a los seres queridos llamados por la voz del honor a la terrible campaña.
A las cinco y cuarto, ocupando varios carruajes y precedida de los maceres lle­gó la Corporación municipal representada por el alcalde D. José España, los; tenientes de alcalde D. Francisco Bermúdez de Castro, D. Torcuato López, D. Antonio Amor y Rico y D. Rafael Benavides, haciéndose, a poco de llegar, la distribución de cinco pesetas a los sargentos, tres a los cabos y dos a los soldados y pu­ros y cajetillas de tabaco, según acordó el Ayuntamiento en su reunión de antea­noche. También acudió a despedir a los reser­vistas el Gobernador Civil, D. Eleuterio Villalba y su secretario particular.
Al arrancar el tren, la Banda de Cór­doba tocó la popular marcha de Cádiz y los reservistas prorrumpieron en entu­siastas vivas a España y al Ejército, mientras la muchedumbre, apiñada en el andén, vitoreaba á los expedicionarios y agitaba pañuelos y sombreros en cari­ñosa y triste despedida.
Cuando partió el tren ocurrieron esce­nas tristísimas, pues muchas infelices mujeres madres, esposas o hermanas de los que partían, que á duras penas, y por no causar aflicción a los que marcha­ban, habían podido contener su dolor prorrumpieron en amarguísimo llanto, dando a la entusiasta despedida que el pueblo ha hecho a los reservistas, una no­ta de desgarradora tristeza. Algunas de estas pobres mujeres sufrieron acciden­tes nerviosos, llamando a voces á sus hi­jos, esposos o hermanos, cuando ya el tren corría por las llanuras de la Vega.
¡Dios y la Santa Virgen de las An­gustias, nuestra excelsa Patrona, pro­tejan á los valientes soldados granadi­nos que dejan hogar y familia para arrostrar la muerte en Cuba en defensa del honor nacional!

Al parecer partieron rumbo a Cuba el 22 de agosto llegando a la Isla caribeña el 9 de septiembre. Para hacernos una idea de cómo fue el largo viaje transatlántico y sus primeros días en Cuba, nos haremos eco de esta carta publicada por el periódico granadino “El Popular”, en el que uno de aquellos soldados granadinos contaba a su maestro las peripecias del viaje y su arribada a la isla.

“El Popular”. Edición del 11 de octubre.

Un soldado, hijo do Granada, que marchó á, Cuba en la última expedición, escribo a un amigo la siguiente carta, que ofrece notable interés:

«Sancti Spíritus 12 Septiembre 95. Sr. D. M. R. Distinguido maestro: No sé si mi carta llegará como las primeras que he escrito a la familia del Sr. F. y a mi madre, por lo cual si no llega le suplico me dispense.
Como le decía á V. en mí anterior, el 22 del pasado Agosto salí de Sevilla, y el 9 de Septiembre en la noche llegué á ésta; antes de mi llegada no le escribí por estar de servicio, pero hoy que tengo un poco de tiempo lo hago cón el mayor gusto:
En la travesía he tenido varios disgustos; en el vapor que nos conducía, que era como le dije á V., el «Isla de Luzón», íbamos 2.700 hombres y en la mitad del camino se rompió un tubo a la caldera en altas mares, teniendo que estar doce horas parado a la clemencia de Dios. El día 1.° de este mes por la mañana se metieron en la barra (un castigo que se da en los vapores) á dos individuos de Madrid y Barcelona que venían con los voluntarios, los cuales habían reñido, y al oscurecer, estando los sargentos de semana haciendo la 1ª requisa, encontraron á dichos individuos poniéndole una mecha encendida á las cajas de dinamita que el vapor conducía para su uso; los voluntarios fueron metidos en un calabozo y conducidos a la Habana donde dicen que se les fusilará. Aparte de esto, el viaje ha sido feliz.          
Este pueblo es el centro o uno de los que más  insurrectos tiene, pues raro es el día que no hay tiros; yo todavía no me he estrenado.
Mañana salgo de operaciones por jornadas de cinco leguas: no sé lo que en la manigua habrá porque todavía no he andado por ella.»



Barco "Isla de Luzón" donde viajaron los militares cullarenses 
con destino a la Isla de Cuba

Listado de Bajas de soldados cullarenses en la Guerra de Cuba

1.- Esteban Jiménez Martínez.-

Diario “El Defensor de Granada”. Edición del 23 abril 1896.

“Se le ha concedido a María de la Cruz  Cáceres Álvarez, residente en Cúllar Baza (Granada), esposa de Esteban Jiménez Martínez, soldado reservista fallecido del reemplazo de 1891, con destino en el Regimiento Infantería de Granada, la pensión de 50 céntimos de peseta diarios, la cual se abonará a la interesada por el Regimiento reserva de Baza, nº 90.”

2.- Juan Fernández Jiménez.-

Diario “El Defensor de Granada”. Edición 10 mayo 1896

Centro de Informes de Cuba. 
Establecido por El Defensor, en sus oficinas, Reyes Católicos 8, principal, para el servicio de suscriptores.
“De las estadísticas que este Centro de Informes ha recibido del último correo de Cuba llegado ayer a Granada, resulta que han fallecido por enfermedades, los siguientes soldados, hijos de esta provincia: Juan Fernández Jiménez, del Regimiento de Colón, natural de Cúllar, por fiebre amarilla.”

3.- Manuel Lorente Lajaros.-

4.- José Flores Expósito.-

5.- Andrés Arcas Guerrero.- 

Estos tres cullarenses fallecieron prácticamente al mismo tiempo, según el diario “El Defensor de Granada”. Edición del 2 junio 1896

Hemos recibido la siguiente relación de granadinos, pertenecientes al Batallón de Granada, que han hallado la muerte en Cuba, algunos peleando gloriosamente contra los mambises y otros, la mayoría, víctimas de la traidora enfermedad que tan profundos estragos causa en nuestras filas. He aquí la relación que aludimos (aparecen 57 fallecidos):
Manuel Lorente Lajaros, de Cúllar Baza. Andrés Arcas Guerrero, de Cúllar Baza. José Flores Expósito, de Cúllar Baza.”

Meses después, el Diario El Defensor de Granada, en su edición del 10 de marzo de 1898, daba como fecha de la muerte de Andrés Arcas, el 13 de noviembre (no dice de que año).

“Centro de Informes de Cuba. El Soldado perteneciente al Regimiento de Infantería  de Granada nº 34, Andrés Arcas Guerrero, falleció el 13 de noviembre en el Hospital Militar de Sancti Spiritus.

6.- Francisco Martínez Reche.-

Diario “El Defensor de Granada”. Edición 29 Octubre 1897.

“El soldado del Batallón Alfonso XIII, nº 62 de Cuba, Francisco Martínez Reche, natural de Cúllar Baza, falleció de fiebre amarilla en el Hospital de Santa Clara el día 27 de julio.”

Otros soldados de nuestro municipio corrieron suertes dispares, entre ellos alguno fue condecorado por actos de guerra.

Juan Jiménez Viñas.-

Diario “El Defensor de Granada”. Edición 29 Octubre 1896.

“Los soldados Pedro Lerin Medina, de Granada, y Juan Jiménez Viñas, de Cúllar Baza, fueron heridos en el combate de la Loma de Santa Rosa(*), el pasado 5 de abril”.

“El Correo Militar”. Edición del 6 mayo 1897.

Recompensas
“Concedidas por el Excelentísimo Señor Capitán General de la Isla de Cuba.
Por la acción librada en Santa Rosa y Plateros (Villas):
Batallón de Borbón, nº 17.
Soldado de 2ª, Juan Jiménez Viñas, Cruz de Plata del Mérito Militar.”

Salvador Sánchez Prieto.-

“La Correspondencia Militar”. Edición del 10 diciembre 1898.

Recompensas por méritos de guerra concedidas por el Capitán General de Cuba.
“Aprobando concesión de recompensas por los combates sostenidos en las operaciones llevadas a cabo en la Provincia de Puerto Príncipe en el mes de julio de 1897.
Cruz de Plata del Mérito militar, con distintivo rojo, al cabo Salvador Sánchez Prieto”.



Otros soldados consiguieron ser repatriados, y aunque en mal estado de salud, consiguieron volver a España.

Cecilio Viñas García.-

“El Imparcial”. Edición del 26 junio 1897

Socorros a los soldados.
Madrid.
“En la hospedería de El Imparcial se hicieron los siguientes socorros en los días 7, 10, 11 y 12 de junio de 1897 por los señores D. Fabriciano Baizán, Coronel del Regimiento de León, Doctor D. Luis Ortega Morejón y D. Juan Chinchilla, representante de El Imparcial:
Con 20 pesetas, Cecilio Viñas García, de Cúllar (Granada).
Todos estos soldados fueron anteriormente socorridos con ropas y metálico.”

Otros consiguieron regresar en tal mal estado de salud, que fallecieron durante el viaje, o fueron recibidos muy graves, como el siguiente soldado cullarense, cuyo nombre desgraciadamente desconocemos.

Soldado Cullarense desconocido.-

“La Correspondencia de España”. Ediciones del 7 y el 11 de septiembre 1897.

Escena conmovedora

“Los viajeros llegados anoche a Madrid en el tren correo de Santander asistieron, en la estación de Segovia, a una escena hondamente conmovedora.
En dicho tren eran conducidos a Madrid, para ser recibidos y auxiliados por la Cruz Roja, varios soldados enfermos procedentes de Cuba.
A pesar de los solícitos cuidados que durante el viaje se prodigaron por las personas que acompañaban a estos héroes oscuros que han dado por la patria lo mejor de su sangre y de su vigor juvenil, el estado en que llegaron dos de los soldados a la estación de Segovia, era de tal modo alarmante que no se podía responder de su vida si continuaban su viaje a Madrid, y se pensó en habilitar los medios para su traslado al pueblo.
Enterados de lo que ocurría los alumnos de primer año de la Academia de Artillería, Señores Casas y Acha, que casualmente se encontraban en el andén, se acercaron al vagón de primera clase donde venían los pobres soldados enfermos, y tomándolos en sus brazos, los condujeron a los carruajes que debían trasladarlos hasta Segovia, cuyo Ayuntamiento y todo el vecindario prestará a aquellos valientes, solo vencidos por el mortífero clima de la manigua, los cuidados que su agotada salud reclama.
La escena hizo brotar lágrimas de los ojos de cuantos la presenciaron, y el generoso arranque de los dos jóvenes artilleros mereció el aplauso y las felicitaciones de todos. (…)
Ambos soldados enfermos fueron trasladados al sanatorio provincial que la Cruz Rojo posee en Segovia. Desgraciadamente uno de los soldados falleció a las veinticuatro horas de ser recogido, después de recibir los auxilios espirituales. Dicho soldado era natural de Lebrija (Sevilla), perteneció al Regimiento de Castilla y tenía por nombre José Miralles Vidal.
El otro soldado recogido el lunes en la estación, es natural de Cúllar de Baza (Granada) y aunque se encuentra en estado grave, se confía en salvar sus vida”.





Tras la Batalla naval de Santiago de Cuba (3 Julio 1898), España pierde todas sus posesiones en las Antillas, entre ellas la Isla de Cuba y Puerto Rico. A partir de ese momento comienzan a regresar a la península miles de soldados de esta larga guerra colonial que enfrentó a España contra Estados Unidos y los independentistas cubanos.


Soldados cullarenses repatriados:

1.- Juan Sánchez García, de Vertientes. Regimiento de Infantería de Simancas. Llegada a Granada capital el 22 septiembre de 1898.
2.- José Carrión Martínez. Batallón del Príncipe. 1 Octubre 1898.
3.- Francisco Prieto Torres. Guardia Civil. 21 Octubre 1898.
4.- Norberto Royo. 8 Noviembre 1898.
5.- Domingo Sánchez. Guardia Civil. 16 Diciembre 1898.
6.- Juan García. Batallón de Cazadores de Cádiz. 19 Diciembre 1898.
7.- José Rodríguez. Batallón de la Reina. 22 diciembre 1898.
8.- Antonio Muñoz. Batallón de Mallorca. 13 Enero 1899.
9.- Benito Peña. Administración Militar. 13 Enero 1899.
10.- Pedro García Pérez. Batallón de Guipúzcoa (Cuba). 30 Enero 1899
11.- Rafael Cáceres Rodríguez. Llegó al puerto de Cartagena en el trasatlántico francés “Masilia”, procedente de Matanzas (Cuba).1 Febrero 1899.
12.- Pedro García, de Vertientes. Batallón del Rey. 16 Febrero 1899.
13.- Andrés Hernández. Regimiento Alfonso XIII (Cuba). 20 Febrero 1899.
14.- Ramón Rueda Muñoz. Batallón Cazadores de la Patria, nº25. (Puerto Rico)

Así daba las gracias la prensa granadina a los voluntarios de la Cruz Roja que en todo momento atendían la llegada diaria de los soldados repatriados.

Diario “El Popular”. Edición del 10 octubre de 1898.

“La Comisión de la Cruz Roja de esta capital, socorrieron a los repatriados, prodigándoles todo género de consuelos.
Dios les pague a esto hijos de la caridad los valiosísimos trabajos que vienen llevando a cabo con la ímproba labor de estar postulando en las calles durante el día, y sin sentir cansancio acuden a la llegada de los trenes a repartir entre los repatriados el fruto de la bendita caridad.
Ánimo, compañeros, que vuestros trabajos Dios los premiará como hace la opinión sensata de Granada tributando a la Cruz Roja sus felicitaciones y entusiastas aplausos.”




EPÍLOGO.- El Último de Cuba

Para finalizar este trabajo hemos querido rescatar la figura de un militar cullarense, que llegó a ser Comandante durante la Guerra de Cuba, y que logró vivir más de 100 años, se trata del Capitán de Infantería D. Ramón Martínez Sánchez (Nacido en Cúllar en 1843), y cuya extensa e interesante hoja de servicios la encontramos en este artículo publicado por el Diario Patria en Octubre de 1943, a raíz del homenaje que le brindó el Ayuntamiento de Cúllar con motivo de su Centenario.






domingo, 21 de abril de 2019

Los Baños Árabes de Cúllar y la histórica Fuente de Al Chimuza.

  Con motivo de la reciente recuperación y reforma del entorno de los Caños de Al Chimuza, el Ayuntamiento de Cúllar me solicitó alguna información histórica sobre esta fuente cullarense y sobre su pasado más reciente, solicitud a la que respondí gratamente con este pequeño texto, que hoy día aparece, en forma de panel y junto a los caños referidos, para información de vecinos y visitantes.
Adrián Castillo Fernández


                Breve historia de los  Caños de Al-Chimuza

Los Caños de Al-Chimuza formaban parte de la red de fuentes y abrevaderos públicos existentes en la Villa de Cúllar, desde tiempo inmemorial, y que junto con la Fuente de la Tejera, el Caño del Cencerro (junto al antiguo Lavadero) y los Caños de San Sebastián, conformaban los principales nacimientos de agua dentro del casco urbano de Cúllar.

En el caso del Caño de Al-Chimuza, éste se encontraba situado en el Pago y Calle del Baño, debido a que este manantial eran la principal fuente de agua del antiguo Baño Árabe de la Villa o hamman, y que surtía del preciado elemento a este edificio musulmán, lugar de reunión, descanso y relajación.

La referencia más antigua a estas aguas y al Paraje del Baño árabe de Cúllar, la encontramos en el Siglo XV, concretamente el 28 de Julio de 1492, cuando D. Enrique Enríquez, Alcalde y Justicia Mayor de la recién conquistada Ciudad de Baza y su Tierra, y a la par, tío del Rey Fernando el Católico, lo adquirió para sí mismo, levantando acta de la toma de posesión del Baño de la Villa:

“E tomo propiedad e señorío de él, echo fuera a Alí Hoayçi e a Fotó, moros bañeros, vecinos de la dicha Villa de Cúllar, y en señal de la dicha posesión del dicho Baño, cerró la puertas principales de dicho Baño, y estando así dentro cuanto quiso, paseándose por el e faciendo actos de posesión, abrió las puertas e dijo que se apoderaba e apodero civil e corporalmente de la dicha tenencia e juro del Señorío de dicho Baño”.

Desaparecidos los baños, el lugar se transformó en fuente pública y abrevadero para los animales de carga, ganados  y caballerías, por su cercanía a la Vega cullarense, y por ser sitio habitual de paso de vecinos y viajeros que transitaban por el Camino Real de Granada a Murcia.

A mitad del Siglo XVIII, concretamente en 1755, el lugar se encontraba muy deteriorado, y el Ayuntamiento de Cúllar decidió realizar obras para sanear todo el paraje: “Y en cuanto a que el Pilar de El Baño se halla muy deteriorado, así que las aguas están entretenidas y se van por otros conductos, y todo son lapacheros y charcos. Acordaron Sus Mercedes, se ponga en ejecución dichas obras, y se pague los Maestros que se necesite, mandando traer caleras, yeso y piedras a fin de que se haga con la brevedad posible, y concluidas dichas obras se pondrá lo siguiente: Esta obra se ha hecho a costa de los vecinos de esta Villa de Cúllar, con día, mes y año de su conclusión, siendo Gobernador de dicha Villa y Capitulares los que componen su Concejo”.



(Fotografía mas antigua de los Caños de Al Chimuza, realizada en 1914 por D. Manuel Velázquez de Castro y Echevarri, facilitada por su nieto José Velázquez de Castro y García)


Ya en el Siglo XIX, y tras la terrible Epidemia de Cólera Morbo de 1885, que acabó con la vida de más de medio centenar de vecinos, el ayuntamiento cullarense, como medida sanitaria, determina realizar obras de ornato e higiene del lugar para evitar otro rebrote del cólera en la población:  “ Se aprueba el expediente de obras públicas municipales para la recomposición de las Fuentes Públicas del Cencerro, San Sebastián y Alchimuza, que se encuentran en muy mal estado, y que es preciso arreglar antes el verano para evitar en lo posible la reproducción de la Epidemia de Cólera del año pasado.”

El aspecto actual, y más reciente, de esta histórica Fuente y Abrevadero, con su muro de piedra, es de mitad del Siglo XX, cuando en 1955, y dentro proyecto de urbanización, saneamiento y acceso a esta población desde la nueva Carretera de Murcia a Granada en este sitio, el Ayuntamiento aprueba “la construcción de un muro de contención en la Calle del Baño, de 34 metros cúbicos de mampostería con el correspondiente enfoscado de cal, grasa y cemento en 48 metros cuadrados, así como el movimiento de tierras hasta su terminación , sobrepasando en su altura al referido muro 50 centímetros el nivel de la Calle Baño, así como la pavimentación de la Calle denominada Alchimuza, con 128 metros cuadrados de empedrado, más 12 metros lineales de embovedado, hasta su terminación en el arranque de la vía de acceso a esta población y en la travesía de la Carretera Jerez a Cartagena y sitio conocido por Alchimuza.”

Finalmente, con la llegad del agua potable a las casas de todo el vecindario, en los años 70 del Siglo pasado, sumado a la continua desaparición de los animales de carga y caballerías del mundo rural, y para evitar problemas higiénico-sanitarios con las aguas de esta fuente inmemorial, el caño fue clausurado, y el vetusto abrevadero desapareció del casco antiguo de la población.

Así permaneció oculto y olvidado hasta su recuperación histórica y patrimonial en la primavera del año 2019.